jueves, 20 de marzo de 2008
Gone, Baby, Gone (2007)
miércoles, 12 de marzo de 2008
Away From Her (2007)
Fiona (Julie Christie) y Grant Anderson (Gordon Pinsent) llevan casados cuarenta y cuatro años y deben enfrentarse por primera vez a una separación de un mes, debido a que ella ha decidido internarse en una clínica para personas con Alzheimer, a causa de las constantes lagunas mentales que ha estado sufriendo. Pasados los treinta días, en los que Fiona no podía recibir ningún tipo de visitas, Grant deberá sobreponerse al hecho de que su esposa no lo reconozca y que, además, esté empezando a sentir afecto por otro hombre.
sábado, 8 de marzo de 2008
Trois Couleurs: Bleu (1993)
Otro que se hace evidente es el de vida y muerte. Probablemente, no haga falta explicar demasiado esta idea. Julie debe enfrentarse la desdicha de perder a su hija y a su esposo, mientras ella aún continúa con vida. Ella misma se ve afectada por esta contradicción, a tal punto que llega a intentar suicidarse. Pero nuevamente se aferra a la vida, pues, como ya hemos dicho, no encuentra el valor requerido para cometer semejante acto. Decide entonces intentar vivir, aunque el recuerdo de la muerte la persiga siempre.
El color azul es un elemento que se repite constantemente a lo largo del film. Aparece como filtro, pero también en algunos elementos que conforman el mundo diegético, como el portafolios que contiene los últimos papeles dejados por el esposo de Julie, o los adornos de la única lámpara que ella quiso conservar de su primera casa. El azul también acompaña cada imagen de su pasado, ya sean los recuerdos que vuelven a su mente, o la escena misma del accidente con la que comienza la película. Encontramos aquí el primer gran campo semántico, y tal vez, el más importante. Por un lado, habíamos mencionado que el color azul simbolizaba la libertad, o al menos la búsqueda de la misma, mientras que, por otro lado, representa justamente todo aquello que Julie quería dejar atrás en esa búsqueda. Hay claramente dos ideas opuestas que reflejan exactamente lo que el autor, a nuestro juicio, pretendía transmitir, esa contradicción entre el deseo de libertad personal y la imposibilidad de conseguirla.
martes, 4 de marzo de 2008
Charlie Wilson's War (2007)
En plena Guerra Fría, el congresista republicano Charles Wilson (Tom Hanks) inicia una batalla personal para lograr los fondos necesarios para financiar a los rebeldes afganos que pelean contra la invasión rusa durante los años ochenta. La historia narra todas las artimañas y alianzas a las que el congresista tuvo que recurrir para lograr su cometido, y los resultados obtenidos. Así, se juntará con el encargado de los asuntos afganos de la CIA (Philip Seymour Hoffman) y con una acaudalada e influyente mujer católica texana (Julia Roberts), quienes lo convencerán de hacer todo lo necesario para conseguir el financiamiento.
No estamos ante una gran película, pero, como ya hemos indicado, hay cosas interesantes que valen la pena discutir. Se trata de una reflexión bastante interesante sobre las decisiones que se toman durante la guerra y las motivaciones que los líderes pueden tener para llegar a tales decisiones. Lamentablemente, como es obvio y común en estos casos, la película no deja de ser tendenciosa ni propagandística en favor de los intereses norteamericanos, lo que molesta durante la mayor parte del film. Sin embargo ya sobre el final, el planteamiento se vuelve más crítico contra el sistema, los gobernantes y la guerra misma, lo cual termina salvando a la película.
Otro punto que llama la atención es el elenco. Sin ser extraordinarios, a nuestro juicio, Julia Roberts y Tom Hanks cumplen, por lo general, con brindarnos actuaciones adecuadas. Y esta vez no es la excepción. Quien si resalta, como también suele hacerlo, es Philip Seymour Hoffman, en el papel de un personaje estupendo, Gust Avrakotos, quien era de los pocos que originalmente estaba de acuerdo con facilitarles armas a los rebeldes afganos. Se trata de un personaje amargado por ratos, irónico y ácido, pero siempre lo suficientemente sobrio como para convencer a quien sea necesario de seguir sus ideas. Bien merecida tiene la nominación al Oscar y dicho sea de paso, todo el reconocimiento que alcanzó después de Capote, y que ya merecía desde mucho antes. También es interesante y entretenida la participación de Amy Adams, la misma de “Encantada”, quien le brinda una cuota amena a la película y se convierte en un adecuado y efectivo complemento para el personaje de Tom Hanks.
Retomo mi punto inicial. No esperen una gran película y saldrán contentos. No deja de ser, sin embargo, una interesante reflexión sobre la manera que tiene Estados Unidos de solucionar sus conflictos –un tema tan vigente actualmente-, y que, de paso, ayuda a recordar o conocer lo que sucedió en esos años en esa parte del mundo que siempre ha estado sumergida en conflictos y donde el interés americano ha traído más problemas que soluciones. No está de más recordar que entre los rebeldes que recibieron financiamiento y armas en esa lucha estaba nada menos que Osama Bin Laden. A tener en cuenta.